Duro blando me convierto
me acostumbro a estar mejor
en el medio del desierto
aguantando y sin temor;
revivo mi cuerpo muerto.
De mis golpes y el dolor
de las gotas derramadas
y mi instinto destructor
aprendí a dar patadas;
y a llenarme de rencor.
Más un día desperté
vi que no era su culpa
muchas cosas cuestioné
pero no pedí disculpas;
lo aprendí y me marché.
No hay comentarios:
Publicar un comentario