Las vendas ya no podían sujetarse con un nudo, detrás de mi cabeza. Ni podían apalearme el cerebro con sus palabras, ni podían golpearme, con las cadenas de la sociedad.
Nada podía tocarme hoy. Era libre de todas sus acusaciones. O al menos estaba muy orgullosa de ellas. Ya no sabían como molestarme.
Podían verme sentada sonriendo al sol. Estaba pensando lo que podía hacer. Sabía que les iba a parecer estúpido. En cambio yo estaba completamente encantada. Literalmente encantada.
Si mirabas mis ojos en cambio, podía notarse en mi mirada el cansancio. Pero bastaba con inclinar la cabeza un poco más abajo y se podía divisar una leve sonrisa de complacencia en mi rostro. No salía de ahí. Se había fijado a mí como la raíz, enraizada a la tierra.
Quería irme muy lejos, junto a una persona que al parecer, era experta en encantamientos.
De a ratos me parecía una locura, no puedo negarlo. Sin embargo no podía dejar de lado ese deseo continuo de tirarme en algún lugar (muy lejos de este) a mirar el amplio e intrigante cielo. Justo a su lado. Quería ver sus ojos, y ver también el cielo en ellos.
Estremecerme, llorar, quizás abrazarlo... Abrazarme, prender un tabaco negro. Mirar el humo y sonreír, delirar. Girar la cabeza, dejar caer los ojos, abrirlos y que sigas: Justo ahí. Inmóvil, intrigante, radiante, etéreo, astrífero.
Quisiera conocer cada una de las galaxias que contienen dentro tus ojos, tu mirada oscura. También conocería si pudiera, todas las huellas de tu cuerpo.
Quisiera tal vez conocer cada detalle del universo, y ahora que pienso eso ¡que bueno haberte conocido; traes mucho de mar, de aire, tierra, traes mucho del viento!
Y mirar a sus ojos, estremecerme, llorar, y ver también el cielo. Quizás abrazarlo. Abrazarme.
Girar la cabeza, dejar caer los ojos, no abrirlos. Y quedarme justó ahí. Con la mejilla apoyada en tu cuerpo.
Contienes mucho del universo adentro.
Siempre me resultó interesante el concepto de universos dentro de universos, como encerrados en una muñeca rusa...
ResponderEliminarSaludos
J.
Tus comentarios siempre son muy interesantes... Dan que pensar
ResponderEliminar