Necesitaba el calor
que su cuerpo me daba
me quejaba del dolor,
solamente me quejaba
y escondía mi temor
cuando él se alejaba.
No necesitaba de mí
o al menos lo ocultaba
hasta pensé en huír
pero algo no me dejaba
creo que era el calor
de sus ojos, que me miraban.
Y preferí continuar
observando su mirada
y volverme a quemar
si sus labios me tocaban
aunque después tenga que ahogar
mi llanto en su almohada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario