jueves, 20 de marzo de 2014

Karma

Hace si mal no recuerdo 5 años de cuando rompí aquel vidrio con toda mi fuerza. El vidrio de mi cuarto que da al fondo de mi casa. El patio donde vive una familia de ratas que se pasea por la casa en la noche.
Yo pensaba mientras estaba acostada en mi cama, frente a aquella ventana del vidrio roto, ¡qué lindo se ve todo de acá! Y hasta llegue a la conclusión de que debería tener siempre aquella persiana abierta. Hasta que de repente me acordé que no era posible, ya que yo era una maldita drogadicta, según lo que la gente comentaba, y seguramente no iba a estar en mi casa en el momento de cerrar la ventana para que aquellas ratas no se metieran a mi cuarto. Lo que significaba que no podría ver tal paisaje que me inspiraba. Al instante pensé en el karma, joder, me cagaron, si que existía.

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