domingo, 20 de abril de 2014

11am soledad

Las cosas cambiaron al quedar solos,
 en aquel cuarto desolado
cuando ya nadie nos molestaba
y se escuchaba alto y claro
lo que decían nuestras palabras.

Estabamos los dos callados .
Vos dormido y yo perturbada
por quien sabe que pensamientos
desgarradores que me atrapaban
no me dejaban sentirme libre
me sentía como asfixiada.

Había pasado bien
no me molestaba su mirada.

Después de caminar por la casa
cuando ya eran las once de la mañana
decidí irme, muy asustada
creyendo morir, desesperada.

Lo saludé y levantó su mirada
me conformé y me fui a mi casa.
Al otro día me sentía rara.

Lo vi a los días, me comentaba
que estuvo bueno,
 y me tranquilizaba
haber brindado
 los sentimientos
que me importaba.





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