miércoles, 9 de julio de 2014

Perdida

Abandono mis andadas
y me alejo del demonio
voy a dar el testimonio
de mi sangre derramada.

Mis manos estaban cocidas
 mi blanca piel, descolorida
mi voz debil no afirmaba
solamente preguntaba
es que estaba confundida.

Una voz me atormentaba
a lo lejos la sentía
esa voz firme, decía
te encontras desorientada.

Y unos ojos me miraban
entre el calor del infierno
y yo hundida en mi invierno
los miraba asustada.

Me dijeron que acompañe
a aquel ser en su camino
y yo, que no tengo destino
asentí, despreocupada,
y ahora he vuelto a las andadas
ahora he vuelto a estar perdida.

¿Será que robo mi alma
 luego se fue y quedé vacía?
¿Será que se llevo mi calma
o será que yo prometía:
seguir a esos ojos rendidos
y no me lo han permitido?

Ahora estoy a la deriva
y no he visto la almohada
es que he vuelto a las andadas
es que me siento perdida.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario