La muerte no llegaba
tan pronto como decía
yo agonizando la esperaba,
y de mientras la sentía.
Sentía como se llevaba
lentamente mi escasa vida.
Sentía como me miraba
detrás de la puerta escondida
y yo impotente pensaba:
"Sácame de una vez la vida
¿No vez que ya estoy cansada
que mi alma ya está dolida?"
La muerte indiferente
seguía mirándome impía
y yo la miraba impotente
mientras mis ojos llovían
de mientras que lentamente
mi alma se estremecía.
Aquella se fue acercando
y con sus dos manos frías
tomó mi cuello ahorcando
mi voz, mis ideologías,
y mientras me iba muriendo
la muerte observaba, impía.
mi voz, mis ideologías,
y mientras me iba muriendo
la muerte observaba, impía.
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