resistía en el invierno
aquella flor casi inválida
sobrevivía en el cieno
mientras que yo, ya escuálida
me arrastraba en el infierno
con mi piel débil y pálida
soportaba otro incendio.
Mientras el alba venía
mientras mis ojos lloraban
mi soledad persistía
mi alma entera explotaba,
vi tu cara que reía
ni si quiera te importaba
si el invierno resistía
si en el infierno esperaba.
Es
ResponderEliminarUn
Placer
Haberte
Encontrado
y
Leerte
Si se ha ido ya, ¿por qué habría de importarle?
ResponderEliminarClaro que, superar la pérdida, nunca es fácil.
Nunca.
Suerte
J.
Muchas gracias por los comentarios, un placer que me lean, saludos!
ResponderEliminar